El IES MARISMAS EN EL VIII CONGRESO PARA EL ESTUDIO DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

 Los días lunes 23 y martes 24 de octubre, tres miembros del profesorado del IES Marismas han participado en el VIII Congreso Para el Estudio de la Violencia de Contra las Mujeres, que se ha celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la ciudad de Sevilla.


Dos jornadas de ponencias, mesas redondas y debates que se han centrado en el trabajo frente a una de las lacras más extendidas de la humanidad: la violencia contra la mujer. Una lacra que no entiende de clases, ni de razas, ni de culturas o religiones. Una violencia que está oculta, va más allá de la violencia física y que  tristemente suele manifestarse en los medios de comunicación cuando ya no hay nada que hacer, una vez que el juez o la juez competente levanta el atestado de la víctima, la última  asesisanda, esta vez la mujer número 42.


Así empezábamos el Congreso, con un minuto de silencio a la que ha sido la última asesinada de este año y que dejó tras de sí a María del Pilar, en Cuevas de Almanzora (Almería).  Otra víctima, su hija de 8 años, también se suma a los damnificados de este desastre humano que es la Violencia de Género.

A continuación, el alcalde Juan Espadas nos hablaba de no permitir la impunidad y de seguridad pública, de Educación y del Pacto de Estado contra la trata y la explotación sexual. Nos recordaba, que otras masculinidades son posibles, que ser hombre no reside en ser lo que del hombre se ha esperado siempre por la sociedad.

A continuación, la consejera de igualdad nos hablaba que la víctima 42, María del Pilar, se sumaba a las muchas asesinadas por la VdG y que poner el contador en 00 cada año es un error, pues son ya más de 913 víctimas ASESINADAS por VdG.

Posteriormente, Juana María Gil Ruiz, catedrática de derecho, nos instaba a sumar, a evitar poner tiritas ante una enfermedad mortal, que es la VdG. Una enfermedad viral, que hace que mujeres que trabajan igual que los hombres ganen un 26% menos de sueldo; mujeres que  trabajando 91 días más al año en el puesto de trabajo y 88 días más en casa que el hombre y cobrando lo mismo, se convierten  en un chollo empresarial. El reconocimiento de los derechos de la mujer, nos recordaba,  no dieron muestras hasta muy entrado  el siglo 20 (ej: hasta 1919 la falta al trabajo por maternidad era considerado absentismo laboral). También nos contó Juana María que la violencia se manifiesta en multitud de campos, aparte del mundo laboral. Así, la violencia se manifiesta  en  el mundo del conocimiento, la política, el mundo teórico, ... y que olvidamos que el feminismo es un movimiento social, político, teórico e histórico con más de 3 siglos de antigüedad. Un movimiento que aún hoy tiene resistencia en los círculos intelectuales más conocidos, como en la RAE y alguno de sus ilustres miembros, que no miembras, se dedican a insultar con el más lúcido de sus ingenios a feministas que no buscan más buscar justicia social. Nos decía también, que el no aplicar la ley, no aplicar los cupos, ni la paridad exigida por la ley, también es violencia: violencia de género institucional.  





Juana María nos ilustró con las fases del derecho y el género, que ha pasado por varias etapas:
1)la búsqueda de la igualdad formal (aún hoy en 19 países la mujer tiene que pedir permiso formalmente a sus maridos para poder trabajar).
2) Promover las condiciones para llegar a esa igualdad con acciones positivas y 
3) Conseguir la igualdad efectivo bajo el principio de General Mainstreamin o transversalidad. 
Nos habló a continuación, Juana María , que la igualdad o falta de igualdad se manifiesta en las cifras que la ONU nos ofrece:
-52% de horas trabajadas en el mundo son realizada por las mujeres
-El 10% del dinero en propiedad del mundo pertenece a las mujeres (esto también es violencia)
-1% de la propiedad de la tierra pertenece a mujeres.
-67% de personas pobres son mujeres
-el 70% de las personas analfabetas son mujeres
-Solo el 17% de los puestos parlamentarios del mundo lo ocupan mujeres
-Solo el 14% de puestos de dirección de empresas son ocupados por mujeres.

Otros datos que nos presentaba Juana María era que en 2016 el terrorismo yihadista  se cobró 14.356 muertos en el mundo, 195 en Europa. Pero la violencia de género se cobró la cifra de 42.500 mujeres asesinadas, 330 en Europa. En España, este año, 42 como hemos ya comentado.

Otra participación muy ilustrativa fue la de Aurora Genovés, que nos explicaba que las víctimas de la VdG son tratadas como víctimas asesinadas,  ya que su muerte va más allá del "mero" homicidio. En estos tipos de asesinatos aparece la Alevosía Sorpresiva, un concepto que implica un patrón de conducta que presenta a las víctimas en un estado de indefensión absoluta a la hora de producirse el asesinato. La gran mayoría de las víctimas de violencia de género son atacadas de forma traicionera y vil, no en la cocina (donde podrían defenderse con utensilios)no en el hall (donde podrían huir),... el lugar elegido por la gran mayoría de los asesinos es el dormitorio. La mayoría es asesinada mientras descansan tumbadas en la cama, indefensas, confiadas, tranquilas. Además, el hecho delictivo no se produce tras una discusión o una pelea, sino que la mayoría de los asesinos, tras un hecho puntual, se calman, vuelven a la normalidad y tras semanas o meses se toman su venganza de manera fría y premeditada, sorpresivamente.

Pero no todos los maltratadores acaban matando a sus parejas, aunque otros muchos desgraciadamente sí, según Sergio Ruiz Arias, Director de un progama de reinserción social de Granada y que ha tratado y trata a muchos agresores condenados por VdG. 




Desde el principio, nos cuenta Sergio, todos muestran los mismos convencimientos personales:
-No reconocen la conducta de maltrato
-Se perciben como víctimas de la presión feminista y judicial.
-No entienden la denuncia de su mujer o pareja.
-No se perciben como maltratadores.
-Les preocupa el estigma social tras la condena.
Al describirse, como son, se describen como amigos de sus amigos, románticos, bondadosos, trabajadores, alegres,...y niengan ser maltratadores, agresivos, poco educados,... 
El perfil del maltratador, suele presentar 3 características que se repiten, aunque poseer estas características no tiene, ni mucho menos, que ir aparejado con un perfil de maltratador:
-Son personas con metas inalcanzables.
-Se sacrifican por el hogar.
-Son perfeccionistas

Posteriormente, Carolina Alonso Hernández y Pedro María Uruñuela Nájera, de la asociación Convives, nos dan una clase magistral sobre los estereotipos de dominio-sumisión y las herramientas educativas y el buen uso de las redes sociales. 
En primer lugar, nos recuerda Carolina, que el 35% de las mujeres que mujeres que van a urgencias lo hacen por motivos relacionados con la violencia de género. Por ello, cuando vemos las cifras de víctimas por violencia de género, solemos olvidarnos de ese 35 %. Mujeres con secuelas psicológicas de por vida, con lesiones (en órganos, músculos, huesos,...) heridas por quemaduras, cicatrices,...sin olvidar a las víctimas más afectadas: las hijas y los hijos.



Tras largas justificaciones y argumentos, que han sobrado en toda la jornada, recordamos que finalmente, todo ello es el resultado de la perpetuación del sistema sexo-género existente, en la que las relaciones de pareja se fundamentan en relaciones basadas en la desigualdad. Relaciones de poder, finalmente, en la que la sumisión de una parte es impuesta por la otra y que se fundamenta en roles de género impuestos a través de siglos y que ha creado estereotipos de género basados en esta desigualdad. Estereotipos que son socializados por multitud de agentes, como la familia, la escuela, los grupos de iguales, el juego, la comunidad cultural, la comunidad religiosa y los omnipresentes medios de comunicación.



Como educadores, tenemos el 100% de responsabilidad en trabajar estos estereotipos para no ayudar a perpetuarlos. Como docentes, en nuestro metro cuadrado de influencia, tenemos que actuar, romper las redes, los hilos, los nudos, quizas un solo hilo. Todo el mundo, todas las personas, somos responsables del perímetro de influencia que nos toca, es hora de mover ficha y no permitir que decenas, centenas, miles de mujeres, sigan muriendo, siendo maltratadas o injustamente tratadas por pertenecer a un mundo en el que la mujer ocupa un lugar definido por la tradición cultural e intelectual antropocentrista, encargada de discriminar por sistema a la mitad de la humanidad. 
Nietzche afirmaba que "el hombre debe ser educado para la guerra, la mujer para la recreación del guerrero". Pero la guerra, en nuestros días se vuelve contra la mujer, en forma de violencia. Una violencia que se estructura y tiene forma. Hablamos del Triángulo de la Violencia, cuyos vértices reflejan tres realidades: la violencia visible, la violencia estructural y la violencia cultural. Un triángulo que realmente aparece como un iceberg, en el que la parte más pequeña, sobre la superficie, es la violencia que vemos. 



La violencia visible es el insulto, es el chantaje, son las coacciones y el abuso, es la violencia económica, la intimidación y la violencia física. Pero en un grado inferior, bajo la superficie, encontramos la violencia estructural, que se fundamenta en las leyes, en la desigualdad de oportunidades, en la brecha salarial, en el techo de cristal en las empresas,... Bajo ella, en lo más profundo, encontramos la vilencia cultural, que encierra las imágenes creadas, los conceptos, los estereotipos, los roles, las creencias y sentimientos. Muchas veces, nos centramos en la punta del iceberg, como siempre, empezamos la casa por el tejado.
Pero, ¿cómo trabajar esta violencia cultural y estructural?, Pedro María Uruñuela nos muestra que hay que trabajar la dimensión emocional de las personas. El patriarcado, los mitos del amor y el sexo, la violencia simbólica, el sexismo interiorizado, el lenguaje, las imágenes,... nadie dijo que fuese poco. Pero lo importante, todo ello es aprendido, por lo que se puede desaprender. Tenemos que desaprender concepciones y mitos como el amor romántico, las situaciones de quiebra de la confianza que suponen las relaciones basadas en la desigualdad y la sumisión. Tenemos que romper las asimetrías que propician la relación agresores-víctimas, que no son otra cosa que el traslado de las asimetrías de poder existente en el universo sexo-género. 
Para ello, debemos trabajar la convivencia positiva, desde la propia personas, el entorno y la sociedad; la paz y la dignidad humana como base y respetos a los Derechos Humanos. No podemos olvidar una cosa, quizás no todo el mundo vaya al hospital en su vida, a Nueva York o a París, pero el 100% de la población pasa por la educación.

Además, algo estará pasando cuando se ha firmado el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aunque muchas personas se resistan, insulten a las mujeres maltratadas, piensen que todo es una confabulación judeomasónica,...tenemos que sumar y no restar. Hay que sensibilizar, prevenir, impulsar la formación de los agentes, involucrarnos. Las líneas de trabajo se fundamentan en 3 niveles de actuación:
-Nivel preventivo
-Nivel de Intervención
-Nivel de Reconstrucción
En nuestro entorno, partiremos del Plan de Igualdad en Educación. Carolina nos desgrana su planteamiento del trabajo en un centro, de lo que sólo apuntaremos, por no excedernos, las cuatro líneas de actuación que plantea:
1-Diagnóstico
2-Formación
3-Currículo con perspectiva de género (contenidos, imágenes, lenguaje), incidiendo en las barbaridades que podemos encontrar en los libros de textos, amparados por editoriales con principios dudosos.

Finalmente, trabajamos con el ciberacoso, su presencia en los centros y sus variables: sextin, grooming, flaming, happy slaping, salambock y de la necesidad de crear cibermentores. 


Tras varias ponencias sobre la actuación policial, programas de análisis y seguimento de los casos de violencia en las instituciones (SistemaVioGen, S.A.R.A) la Fiscal de violencia sobre la mujer de Valencia, Rosa Guiralt, nos cuenta su experiencia como fiscal en los casos de violencia de género. Casos en los que las denuncias son siempre inferiores a los casos de violencia, donde la indefensión económica o la presión de los hijos hace que la pesadilla del maltrato no acabe ni sea fácil de erradicar en muchísimos casos, de los que tristemente muchos terminan en el peor de los lugares posibles. 
 Para terminar, disfrutamos con la conferencia de clausura, Ficción y realidad: dos caras de la misma violencia, a cargo de Pilar Aguilar Carrasco, crítica de cina, articulista de opinión, investigadora y escritora feminista. Con gran sentido del humor, ironía, sarcasmo y crítica inteligente, Pilar nos analiza las imágenes que el cine utiliza y que ayudan a seguir situando a la mujer en un plano de desigualdad y sometimiento al hombre. Cómo asuntos tan serios como la violación sistemática, la sumisión, la perpetuación de roles negativos entorno a la mujer,... jalonan la historia del cine y nuestro entorno. La mujer, aparece en un segundo plano, para acompañar al hombre normalmente, con papeles secundarios o estereotipados en donde a veces, nos decía haciendo reir a todos y a todas,  "no vale ni para ser tonta", mostrando la portada de Forrest Gump.  Sí de mujer fatal, de bruja, de mujer florero, de malvada,...que controla al hombre, le hace la vida imposible o es una mujer objeto. 


Pero en nosotros queda resistirnos a los estereotipos, luchar frente al matriarcado y decirles a todos y a todas, que la importancia y fin último del ser humano es llegar a ser felices y vivir la vida como la sentimos y no como nos la hacen sentir.





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