Manifiesto Dia Internacional contra la violencia hacia las mujeres.
Cómplice es la
persona que ayuda a cometer un delito sin tomar parte en su ejecución material
o que participa en él junto con otras personas. Hoy, hablaremos de la relación
de complicidad que gran parte de la población mantiene, sin saberlo, con la
violencia contra las mujeres. Pero antes que nada, tenemos que aceptar que la violencia
contra las mujeres es una lacra y una
vergüenza social que nos afecta. Además, tenemos que ser conscientes de
que es un fenómeno del que, como partes de la sociedad en la que este virus
social se manifiesta, somos también, en mayor o menor medida, cómplices de que
siga sucediendo.
La violencia es, según
el diccionario, el “uso de la fuerza para conseguir un fin,
especialmente para dominar a alguien.” Para muchos, la violencia de
género suele ser invisible, pues
ésta se oculta, se esconde, se camufla,…nos
engaña. Muchas personas solo la reconocen en su lado más mediático, en el asesinato.
Somos capaces de verla cuando se manifiesta físicamente: una voz, un empujón,
una patada, un golpe,…finalmente la muerte. Pero el maltrato físico es la cúspide de una pirámide, cuyo inmenso
cuerpo de piedra queda enterrado en lodo; es
la cima de un grandioso iceberg que se oculta bajo la superficie y en cuyas
profundidades se encuentra el verdadero soporte de la desigualdad entre mujeres
y hombres: la violencia cultural, una
violencia sistemática que envuelve a nuestra sociedad desde hace ya demasiado
tiempo.
Este tipo de violencia comienza
cuando nacemos, de manera muy suave, pero va creciendo, camuflada, a medida
que nos hacemos mayores. Se oculta en los colores; en los juguetes; en los
juegos inocentes del patio del colegio; en las tareas asignadas en el hogar; en
las responsabilidades de cuidado; en el lenguaje; en la desigualdad en los
sueldos; en los tipos de trabajo de desempeñan mujeres y hombres; en los
anuncios, en las películas, en la música, en la ropa; en los símbolos (fue un
hombre quien pisó la luna); en los deportes (futbolistas millonarios…mujer
florero); en la falta de mujeres directivas en las empresas (la mujer
secretaria, el hombre es el jefe); en el arte, en la ciencia, en la historia
que nos han contado (siempre el hombre caza, el hombre manda, el hombre
consigue,…) y que hace desaparecer a la mitad de la humanidad, silenciando el
papel de las mujeres en el progreso, como si nunca hubiesen existido y que
desemboca en la violencia física, la desigualdad y últimamente en el asesinato
en su lado más extremo.
La humanidad se basa en las relaciones humanas. Pero las
relaciones entre hombres y mujeres se han basado en relaciones de poder, donde
aquella ha sido colocada en una posición basada en la desigualdad y la
sumisión, durante siglos, utilizando toda esta violencia cultural, que encierra
el universo sexo-género y que colocó al hombre en el centro del mismo.
No podemos seguir siendo cómplices de toda esta violencia
cuando callamos y no levantamos la voz, cuando permitimos que una persona sea utilizada,
manejada, discriminada, controlada, silenciada, menospreciada, catalogada, dirigida,
humillada o perseguida por el mero hecho de ser mujer. Cómplices de su perpetuación, al reproducir la tradición
recibida; al no buscar más allá de lo que vemos a primera vista; al no
preocuparnos por cambiar la realidad; al no colaborar a que todas y todos seamos
tratados por igual, dentro de nuestras
diferencias, para poder desarrollarnos como personas plenas… tal y como defiende nuestra constitución y
nuestros principios democráticos.
Ayúdanos diciendo, alto y
claro, que ya está bien; que ya es hora de que hombres y mujeres,
mujeres y hombres construyan un futuro mejor, como seres libres que utilizan el
sexo no para marcar diferencias y hacer sufrir, sino para disfrutar de la vida. Da un paso adelante, preocúpate por ver lo
que muchos no ven y actúa en consecuencia, para cuando una mujer sea
violentada, en cualquiera de las maneras posibles, puedas decir, alto y claro,
con argumentos y basado en tu implicación: YO NO SOY CÓMPLICE , DEJA TÚ DE SERLO.
Coordinación de Coeducación y Dpto. de Orientación IES
Marismas. Los Palacios y Vfca, Sevilla.
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